Vuelta a las aulas con una segunda ola en la esquina.

 

La pandemia ha afectado a nuestra vida cotidiana, transformando y paralizando actividades que todos hacíamos a diario como trabajar, hacer deporte, ir a la escuela, etc. Uno de los ámbitos que más preocupaba, era el de la educación. Con un virus nuevo, sin investigaciones y medicamentos que pudiesen frenarlo, muchos padres y madres preferían tener a sus hijos e hijas en casa que llevarles a la escuela en las que se congregaban un gran número elevado de personas, por lo que los niños y niñas dejaron de ir a clase el 11 de marzo en Madrid, y poco después se extendió el cierre de colegios, institutos y universidades a toda España. 

Este confinamiento escolar sacó a la luz los problemas que tenían muchas familias; en primer lugar, muchos no podían permitirse o no tenían una conexión a internet, un ordenador o un teléfono, debido a lo cual no podían continuar con el ritmo de las clases online a pesar de ser buenos estudiantes. En segundo lugar, los niños (y las personas de tercera edad) lo han pasado muy mal teniendo que estar encerrados en casa tanto tiempo sin poder ver a sus amigos, pasear o jugar con sus vecinos/familiares. En tercer lugar, muchos estudiantes han tenido que interrumpir su formación profesional, sus prácticas o han dejado de estudiar por el estrés, la ansiedad, por la pérdida de un ser querido... el confinamiento y la situación producida por la Covid no ha sido fácil para ninguna persona, de ninguna edad. 

Pese a las medidas aprobadas por la ministra Celaá, muchos padres y madres creían que estas medidas eran insuficientes y pedían un aprobado general, que no se ha conseguido. Volvemos a estar en la misma situación: incertidumbre sobre el nuevo curso escolar 2020-21, sin medidas claras y con una "segunda ola" en la esquina. 

A pesar de los rebrotes que hay en toda España y con un total de casi 3.000 casos diagnosticados de Covid, las CCAA afirman que hay un plan y que se podrá regresar de nuevo a las aulas en el curso 2020-21. Nadie puede decirnos que pasará, por lo que nos debemos hacer la pregunta de; ¿dejaríamos a nuestros hijos ir a clase con un virus que puede hacer daño a nuestros seres queridos?

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